Límites de velocidad seguros para salvar vidas
Por qué necesitamos límites de velocidad seguros
Desde el 17 hasta el 23 de mayo de 2021 se lleva a cabo la Sexta Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, que tiene como lema “Calles para la vida” (Streets for Life) y apela a un llamado a poner límites de velocidad seguros como norma para salvar vidas, a través de la iniciativa #Love30. En específico, esta semana tiene como objetivo abogar por establecer límites de velocidad seguros de 30 km/h (20 mph) en las calles de zonas urbanas y promover apoyo local para dichas medidas con el fin de crear ciudades seguras, saludables, verdes y habitables.
De acuerdo con la OMS, si no se toman las medidas necesarias, se prevé que para 2030 los accidentes de tránsito serán la séptima causa de defunción. Tan solo en México, al día fallecen 22 jóvenes de entre 15 y 29 años a causa de accidentes de tránsito, por ello la educación vial y la instalación de medidas de seguridad son soluciones que se deben tomar muy en cuenta.
El exceso de velocidad mata
Debido a que el exceso de velocidad es un factor determinante en casi un 30% de los accidentes vehiculares con víctimas mortales, respetar los límites de velocidad seguros no puede ser opcional, la reducción de la velocidad es esencial para proteger a los usuarios vulnerables de la vía pública. Cada día 3000 niños y jóvenes fallecen o resultan gravemente heridos en las carreteras del mundo. Un niño atropellado por un automóvil que circula a 30 km/h (20 mph) puede sobrevivir, mientras que ante un atropello a 80 km/h (50 mph), la mayoría fallece. El exceso de velocidad mata.
La promoción de una cultura vial sana y responsable es vital, seguir las reglas de tránsito, ceder el paso a los peatones, respetar los señalamientos y tener en cuenta los puntos de acceso de los colegios como lugares vulnerables y principales puntos de precaución debe ser prioridad de todos los ciudadanos. Actualmente, existen diversas opciones que se pueden implementar para mejorar la seguridad vial, pero lo más importante y urgente es que los automovilistas tengan una mejor educación vial, siendo responsables al tomar un volante y respetuosos por la vida e integridad de los ciudadanos más vulnerables mientras conducen.
Medidas y recomendaciones que funcionan
Para evitar cualquier incidente vial hay distintas medidas y recomendaciones que pueden garantizar la seguridad, sobre todo, en zonas frecuentadas por usuarios vulnerables de las vías:
- Disminuir la velocidad y extremar precauciones, respetando los señalamientos y dispositivos para el control del tránsito correspondientes que indican la velocidad máxima permitida y el cruce de peatones.
- Obedecer las indicacionesde los agentes o de los promotores voluntarios.
- Ceder el paso y dar prioridad a los peatonespara que la afluencia vehicular disminuya.
- En los accesos a las zonas escolares se debe informar a los conductores mediante señalamientos viales, como recordatorio de que están circulando por una zona frecuentada por menores y estudiantes, de forma que manejen con prudencia y disminuyan su velocidad.
- Los semáforos se deben programar para dejar el paso a peatonespor más tiempo de lo habitual.
- Instalar soluciones físicas, como reductores de velocidad, mesetas de desaceleración o radares medidores de velocidad, para obligar a los conductores a reducir considerablemente su velocidad.
- Definir pasos de peatones(paso de cebra) para facilitar el tránsito peatonal.
Soluciones para peatones y conductores
Además de las soluciones y recomendaciones mencionadas, es necesario implementar mejores medidas viales, por ejemplo, los radares de velocidad disminuyen las probabilidades de cualquier percance automovilístico. Por su propia naturaleza, los niños son menos cautelosos que los adultos, por ello tienen mayores probabilidades de ser golpeados por un vehículo, al cruzar la calle o jugar cerca de una vialidad. Debido a su tamaño es más complicado que los conductores puedan verlos y es probable que no sobrevivan al ser atropellados.
Así que, al reducir la velocidad, se disminuyen las probabilidades de golpear a un niño y se minimiza la fuerza de los accidentes potenciales. Si un vehículo circula de forma lenta, los peatones tendrán más tiempo para ponerse a salvo y para los conductores será más fácil detenerse si ven a alguien en su camino.